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Luis Figo, el último gran jugador que cambió el F. C. Barcelona por el Real Madrid, el hombre que «ayudó» a ganar las elecciones a la presidencia del club blanco a Florentino Pérez en el año 2000, el hombre de los 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros)…

Luis Filipe Madeira Caeiro nació y se crió en Lisboa, jugando desde la niñez al fútbol en equipos de barrio hasta que a los 12 años de edad ficha por el Sporting de Portugal, primero para jugar en las categorías inferiores hasta llegar a debutar con el primer equipo en el año 1990 a los 17 años.

En 1991, Figo se coronó campeón  del mundo en el Mundial sub-20 celebrado en Portugal (el segundo campeonato del mundo sub-20 que conseguiría Portugal) formando parte de la denominada «Generación de Oro» (junto con otros nombres bien conocidos como Rui Costa, João Pinto, Abel Xavier, Jorge Costa, Peixe) y entrenada por Carlos Queiroz, quien sería su entrenador también en el Sporting.

Al finalizar la temporada 1994-1995 hubo mucho ruido alrededor suyo debido a la lucha que tuvieron grandes equipos por contar con sus servicios, entre ellos el Real Madrid y el Barcelona (años más tarde le sucedería lo mismo, pero a mayor escala). Se dice que el Real Madrid no llegaba al precio que pedía el conjunto Lisboeta y por eso Figo inició negociaciones con dos equipos italianos, la Juventus y el Parma. Este hecho pudo tener consecuencias muy graves para su carrera, arriesgándose a una sanción severa por parte de la UEFA por posible duplicidad de contrato, pero al final nada de eso ocurrió y el F. C. Barcelona pagó 230 millones de pesetas (cerca de 1,5 millones de euros) para llevarse al jugador portugués.

Figo, ya con 22 años y siendo una de las mayores promesas del panorama futbolístico europeo, pone punto y final a su trayectoria en Portugal (con una Taça de Portugal como único título conseguido) para comenzar su andadura en el primer plano futbolístico.

Echando la vista hacia atrás, catalogaría a Figo como un extremo de los que hoy ya no quedan, encarador, con desborde, siempre listo para el regate, un compañero con el que cualquier delantero centro soñaría con tener para que le suministrara los centros medidos con los que solía acostumbrar.

En su etapa en el Barcelona se convirtió rápidamente en un referente del equipo y un ídolo para una afición que se había quedado huérfana al perder la temporada anterior a uno de sus mejores jugadores —Michael Laudrup—, para jugar en el eterno rival, el Real Madrid.

En las cinco temporadas que estuvo en Barcelona, Figo conseguiría 2 Ligas, 2 Copas y una Supercopa de España, además de una Supercopa y una Recopa de Europa.

Llegamos al año 2000, uno de los más importantes, sino el que más, en la carrera del jugador portugués. Al finalizar esa campaña con el Barcelona (sin títulos), Figo participa con su selección en la EURO-2000 celebrada en Bélgica y los Países Bajos cuajando una gran actuación durante todo el torneo y ayudando a su selección a llegar hasta las semifinales, donde perderían con la Francia de Zinédine Zidane, a la postre campeona de Europa, pero es al finalizar el torneo cuando la carrera de Figo va a dar un giro de 360 grados.

Mientras el torneo se desarrollaba con normalidad, algo estaba sucediendo en la capital de España. Después de haber ganado una Liga, dos Copas de Europa y una Copa Intercontinental, el actual presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, convoca elecciones a la presidencia del club blanco. Todo el mundo daba por hecho la continuidad en el cargo del actual presidente, pero algo se torció.

Un desconocido para la mayoría llamado Florentino Pérez, irrumpió en la campaña electoral anunciando que si él era elegido presidente traería a Luis Figo a jugar al Santiago Bernabéu y, tan seguro estaba de su palabra, que se comprometió a pagar las cuotas de los abonados del equipo durante un año si no lo cumplía.

Mucho se habló en su momento y, aun hoy se sigue hablando, sobre cómo pudo suceder tal acuerdo… se dijo que fue el representante de Figo, sin el consentimiento de éste, quién orquestó todo para lograr un aumento de sueldo con una renovación de contrato con el Barcelona, pero nunca se supo con total seguridad si Figo estuvo al corriente de esas maniobras de su representante con el candidato Florentino Pérez, lo único que sabemos a ciencia cierta es que Florentino Pérez, contra todo pronóstico, ganó esas elecciones y se convirtió en presidente del Real Madrid.

Días más tarde, el própio Florentino Pérez y Luis Figo se veían las caras en un hotel de Lisboa donde cerraron el acuerdo que convertiría a Figo en jugador blanco mediante el pago de la claúsula de rescisión que ascendía a 10.000 millones de las antiguas pesetas, unos 60 millones de euros al cambio (aunque también hay lagunas en torno a si fué un pago de claúsula de rescisión o fué un traspaso acordado, ya que hay fuentes que indican que se pagó IVA y el montante total de la operación se elevó a 11.900 millones de pesetas).

Sea como fuere, el día 25 de julio del año 2000 Figo se convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol y era presentado como jugador del Real Madrid en la sala de trofeos del Santiago Bernabéu escoltado por Florentino Pérez y Alfredo Di Stéfano sujetando la elástica número 10 que le acompañaría en su andadura en el club de Chamartín.

Nadie lo sabía aun, pero el primer «galáctico» había aterrizado en la galaxia blanca.

La noticia cayó como una bomba en Barcelona, tildando a Figo de traidor y pasando de ser héroe a villano de la noche a la mañana. Un golpe tan duro al club — dilapidando por el camino todo el dinero recibido por Figo en jugadores que no darían la talla— que tardaría años en reponerse de ello.

Aunque bien es verdad que los primeros pasos de Figo como jugador del Real Madrid fueron escrutados con lupa por la afición blanca, pronto se hizo valedor de su cariño gracias a sus grandes actuaciones.

Su primera temporada en el Real Madrid no pudo comenzar mejor, tanto a nivel colectivo —consiguiendo el título de Liga—, como a nivel individual —ganando el Balón de Oro y quedando segundo en el FIFA World Player—.

Para el recuerdo de esa temporada quedará también «El Clásico» jugado en el Camp Nou. Desde hacía muchos días el ambiente se fue caldeando con toda clase de mensajes en la prensa y declaraciones fuera de tono desde el bando azulgrana, incluso el speaker del Camp Nou fue entrevistado en un periódico y dijo que iba a hacer una pausa cuando nombrara a Figo para que la gente pudiese silvar más.

En un clima de alta tensión sin precedentes en la historia de los «Clásicos», Figo tuvo que aguantar sonoras pitadas que batieron récords de decivelios cada vez que tocaba el balón, e incluso se acordó que no sacase los córners para no acercarse al público, un clima de entreguerras que terminó por contagiar a todo el equipo para terminar perdiendo el encuentro por 2-0.

La temporada siguiente, Figo deja de ser el jugador más caro de la historia al pasarle el testigo a su nuevo compañero en el Real Madrid, Zinédine Zidane.

Es esta una temporada atípica para el jugador portugués, porque no pudo tener regularidad en su juego al sufrir una lesión grave en su tobillo que le mantuvo fuera de los terrenos de juego bastante tiempo, y que le provocó no poder regresar a Barcelona para jugar la eliminatoria de semifinales de la Champions League que enfrentaba al Real Madrid contra el Barcelona, con victoria y clasificación para la final que se disputó en Glasgow.

Figo se recupera a tiempo para jugar la final de Glasgow y conseguiría, junto a Zidane (autor del gol de la victoria con su increíble gol de volea, uno de los mejores goles nunca vistos en una final), la ansiada Copa de Europa que adornaría su gran palmarés. Además de esto, cabe recordar que fué elegido esa temporada como ganador del FIFA World Player por delante de David Beckham y Raúl.

La temporada 2000-20001 comienza igual de bien que terminó la anterior para Luis Figo consiguiendo un nuevo título continental, la Supercopa de Europa ganada frente al Feyenoord un día antes del aterrizaje de un nuevo compañero «galáctico», Ronaldo Nazario.

Esta temporada Figo ampliaría su palmarés aun más con la conquista de la Copa Intercontinental y un nuevo campeonato de Liga, con el borrón, eso sí, de la eliminación en semifinales de la Champions Legue frente a la Juventus con un penalti marrado por él en el partido de vuelta que pudo cambiar el devenir del partido.

Pero esa temporada, aun con todos esos títulos conseguidos, siempre será recordada por el «Clásico del cochinillo».

La temporada anterior, debido a las lesiones, Figo no retornó al Camp Nou, pero esta temporada sí lo volvería hacer, sería su segunda visita a la Ciudad Condal con la camiseta blanca, y si en la primera ocasión el ambiente estaba caldeado, esta vez se superaría por mucho.

Las pitadas y pancartas contra el jugador portugués fueron iguales o superiores que en la última visita, solo que esta vez Figo sí lanzaría los córners y, cada vez que esto ocurría, el público lanzaba al jugador todo lo que tenía a mano. Por las televisiones de todo el mundo se veía volar bocadillos, vasos, una botella whisky y…..¡una cabeza de cochinillo!

El partido tuvo que ser suspendido durante 15 minutos para que los ánimos se calmasen y, al final, por suerte para todos, nadie resultó herido y el partido terminó con un empate a cero en el marcador.

El clásico del cochinillo. Fuente: Youtube.

Su siguiente temporada en el Real Madrid estuvo marcada por la llegada de un nuevo «galáctico» que venía a ocupar su puesto en el terreno de juego, aterrizaba en Madrid David Beckham con gran recelo y mucha especulación por parte de la prensa sobre como podría afectar a Figo la llegada del jugador Inglés.

Esa temporada, Figo mantiene su rol en la banda derecha del equipo y gana el que a la postre sería su último título con el Real Madrid, la Supercopa de España. Si bien es cierto que el equipo parecía ir como un cohete en la liga, al ser líder del campeonato y ser finalista de la Copa del Rey, es a raíz de esta final, perdida contra el Real Zaragoza en lo que se denominaría el «galacticidio», cuando el equipo se vino abajo en la recta final del campeonato y cayó de forma estrepitosa en Champions League contra un rival inferior como el Mónaco (llegaría a ser subcampeón de la competición) y perdería la liga al dejarse la mayoría de los puntos hasta el final de la temporada.

Así, de esa forma tan extraña, terminó esa temporada para Figo en un ambiente enrarecido desde la zona noble del club hasta los própios jugadores.

En la temporada 2004-2005 Figo recibe a un nuevo Balón de Oro como compañero, esta vez Michael Owen, pero al igual que en el final de la temporada anterior, el ambiente estaba muy enrarecido y, con baile de entrenadores mediante, llegó para darle la puntilla Vanderley Luxemburgo, que pronto le empezó a dejar fuera del once inicial alegando que sus características no encajaban en su esquema de juego… Otros verían la mano de la cúpula del club en esa decisión en una clara «invitación» al jugador para abandonar el club.

Dicho y hecho, la temporada terminó sin títulos y aunque a Figo aun le restaba un año de contrato, llegó a un acuerdo con el club para rescindir su contrato y obtener la carta de libertad para negociar con cualquier club.

El primer «galáctico» en unirse al club era también el primero en avandonarlo, camino de los 33 años de edad, ficharía por el Inter de Milán.

En el club nerazzurro estuvo un total de cuatro temporadas en las que consiguió otros tantos Scudettos para poner punto y final a su carrera deportiva en el año 2009 a los 37 años de edad.

Pocos son los jugadores que terminan su carrera profesional en el primer plano futbolístico sin irse a buscar un último contrato a alguna liga exótica, pero Figo no fue uno de esos casos. El primer «galáctico» dijo adiós desde la galaxia.

Luis Figo. Fuente: realmadrid.com
Figo

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