Para este primer post sobre estadios de fútbol nos vamos a trasladar a Mánchester, en el noroeste de Inglaterra, para hablar de Old Trafford, el estadio de uno de los clubes más importantes de Europa, el Manchester United.
Old Trafford es el segundo estadio con más capacidad (76.000 espectadores) del Reino Unido solo por detrás de Wembley (90.000 espectadores) y aparte de los partidos del Manchester United, se han disputado encuentros de la selección Inglesa de fútbol, ha sido sede de copas del mundo de rugby, sede del mundial 1966 y de la Eurocopa de 1996, ambas disputadas en Inglaterra, además de ser la sede de la final de la UEFA Champions League del año 2003 entre la Juventus y el A.C. Milan (El Milan conseguiría en aquel momento su 6º entorchado en la tanda de penaltis).
Desde que era pequeño siempre me fascinó el nombre de Old Trafford ya que siempre que escuchaba hablar de él a los locutores de las retransmisiones de fútbol lo hacían con tal admiración y contaban tantas y tantas historias que me era imposible no sumergirme en la mística que siempre ha acompañado a todo lo British que tenga que ver con el fútbol, ya sean estadios, camisetas, jugadores, etc.
Me acuerdo que la primera vez que escuché hablar de Old Trafford fue en una de esas retransmisiones que os comento en las que hablaban de lo extremadamente difícil que le resultaba a cualquier equipo ganar allí. Esos locutores usaban palabras como «La caldera de los Red Devils» o The theatre of dreams —apodo que sigue ligado a Old Trafford desde que Bobby Charlton lo bautizara así— y a mí todas esas palabras no hacían sino acrecentar mi curiosidad y admiración.
Mucho tiempo pasó hasta que hace un par de años decidí que ya era hora de saldar esa cuenta, llegaba el momento de visitar Old Trafford, así que me compré mi camiseta de Cantona y puse rumbo a Mánchester para ver un Manchester United-Newcastle de Premier League.
Una cosa muy importante a tener en cuenta si quieres ver y apreciar un estadio de fútbol en toda su dimensión es llegar con bastante tiempo de antelación, además siempre es especial disfrutar de la atmósfera previa al partido. Lo primero que vi según llegada caminando fue la panorámica de Old Trafford desde la esquina que une la tribuna de Sir Alex Ferguson Stand con la tribuna East End, donde está la icónica cristalera con el cartel de «Manchester United» y la United Trinity, la estatua conmemorativa a tres de los más importantes jugadores en la historia del United: George Best, Denis Law y Bobby Charlton… No debes perder la ocasión de hacerte las fotos de rigor en esta zona.
También aquí encontrarás murales de otros diablos rojos, como Cantona, Rooney, Cristiano Ronaldo… y continuando más allá llegarás a la tribuna Stretford End, donde se ubica el reloj y la placa conmemorativa del desastre aéreo que ocurrió el 6 de febrero de 1958. Ese fatídico día, la plantilla del Manchester United regresaba de jugar en Belgrado el partido de cuartos de final de la Copa de Europa, hizo escala para repostar combustible en Múnich y al despegar el avión se estrelló en unas tierras cercanas al aeropuerto. Veintitrés personas en total perdieron la vida, entre los que había ocho futbolistas y tres miembros del staff del Manchester United. Ese equipo era conocido como los Busby Babes.
Una vez hecho el recorrido, es momento de reponer fuerzas… un fish & chips y una pinta hacen que me sienta preparado para adentrarme en el estadio y ya una vez dentro, solo me queda disfrutar del encuentro y el ambiente de fútbol que se respira en cada partido de Premier: estadios siempre llenos y animación sin parar.
Final del partido, el United venció y ya siempre podré decir que he visto una obra en el teatro…
El Teatro de los Sueños.
