Nueva entrada, y esta vez ponemos nuestro foco en Rusia para hablar de Andrey Arshavin, un centrocampista ofensivo capaz de regatear a todos los jugadores que le salían por delante.
Descubrí a este jugador en la Eurocopa del 2008 celebrada en Austria y Suiza (creo que la gran mayoría del público lo descubrió ahí), donde llegó acarreando dos partidos de sanción por una expulsión sin sentido en el último partido de clasificación para la Eurocopa ante Andorra y, aun perdiéndose los dos primeros partidos de la fase de grupos por dicha sanción, reapareció en el tercer partido para marcarse un partidazo ante la Suecia de Ibrahimovic y ganar por 2-0 ese partido (él marcaría el segundo gol) y seguir adelante en el torneo.
Después, ya en cuartos de final, se enfrentaban Rusia y Holanda y aquí fue, en este partido, donde le vi jugar por primera vez. He de decir que pocas veces he visto a un jugador hacer un partido tan completo, fue un auténtico escándalo, estaba por todos lados, nadie le pudo parar, y Rusia se clasificó para las semifinales ganando 2-3 a Holanda (después caerían en semifinales 0-3 contra España, que en esta Eurocopa comenzaría su época gloriosa) gracias a dos goles y al maravilloso partido que se marcó el amigo Andrey Arshavin.
Gracias a su extraordinaria Eurocopa, dejó el Zenit (donde había conquistado, entre otros títulos, 2 ligas rusas, una copa de la UEFA y una Supercopa de Europa) y San Petersburgo y puso rumbo a Londres, donde el Arsenal de Arsene Wenger le esperaban con los brazos abiertos… pero como ha pasado siempre con Arshavin, en las cinco temporadas que pasó en el Arsenal, dejó más sombras que luces, sobre todo por su carácter, un jugador superclase pero bastante indolente, aunque, eso sí, cuando tenía el día era un espectáculo, en Anfiel aún se recuerda su exhibición en el año 2009, cuando el Liverpool de Rafa Benítez y Arsenal empataban a 4 en un partido loco, con los cuatro goles del Arsenal de… sí, adivinen.
Arshavin estuvo ligado al Arsenal durante cinco años en los que fue de más a menos, después de su tercer año salió cedido al Zenit para regresar y jugar una última temporada en Londres antes de poner de nuevo, y por tercera vez en su carrera, rumbo al Zenit. Dos años más en San Petersburgo donde ganaría una nueva liga rusa y después pequeños viajes agotando su talento, primero en el Krasnodar y por último en el FC Kairat Almaty kazajo.
Genio y figura… genio dentro del campo y figura fuera del verde. Yo diría que lo de Arshavin, para mí, fue como un amor de verano, que te encandila y luego poco a poco se diluye, pero aun así, yo os recomiendo, si tenéis la oportunidad, ver el partido completo entre Holanda y Rusia de la Eurocopa del 2008… yo nunca olvidaré ese partido.
