San Siro

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San Siro será demolido por no ser de interés cultural para la ciudad, así de cruda suena la noticia confirmada por el alcalde de Milán. Inicialmente, tenía pensado escribir acerca de este estadio más adelante, pero esta noticia ha hecho que quisiera compartir mi experiencia en San Siro ahora.

Se venía rumoreando cada vez con mayor frecuencia que los dos equipos de Milán querían mudarse de San Siro y construir uno nuevo y esto se hará realidad en principio, y según los tiempos previstos, para la temporada 2022-2023.

Para mí, y supongo que para todos los amantes del fútbol, esta es una noticia muy triste ya que San Siro es uno de los templos del fútbol mundial y es un estadio que todos los amantes de este deporte tenemos en mente cuando pensamos sobre los estadios con mayor mística e historia.

Construido en 1926 e inaugurado con el nombre de San Siro, el primer partido que se disputó allí fue un derbi della madonnina y fue la sede del A. C. Milan hasta el año 1947, año en el que el Internazionale Milano se traslada también a San Siro a jugar como local. En el año 1935 el estadio pasa a manos del Ayuntamiento de Milán, aunque los dos equipos seguirían —y siguen— jugando sus partidos allí y es en ese año cuando se comienzan a hacer las primeras obras de ampliación, que junto a otras que se hicieron más tarde, llegaron a dejar al estadio con un aforo de 90.000 personas, aunque después se reduciría hasta los 80.000 espectadores que puede albergar actualmente. En 1980 San Siro es nombrado oficialmente Stadio Giuseppe Meazza en honor al campeón italiano que vistió las camisetas de Milan e Inter.

Es el estadio más grande toda Italia y ha sido sede de partidos mundialistas (en 1934 y 1990), de Eurocopa (1980) y también ha sido la sede de 4 finales de Copa de Europa / Champions League: en 1965 (victoria del Inter frente al Benfica), en 1970 (victoria del Feyenoord frente al Celtic), en 2001 (victoria del Bayern München frente al Valencia) y en 2016 (victoria del Real Madrid frente al Atlético de Madrid).

He de reconocer que siempre he sentido una atracción especial hacia el A. C. Milan, y es por eso que me vienen recuerdos a la mente de partidos y jugadorazos que han pasado por allí, así que cuando al fin pude organizar un viaje express a Milán, lo primero que hice fue conseguir unas entradas para ver un partido en San Siro. El partido en cuestión era un Milan-Chievo Verona y, si bien es verdad que el Milan no pasa por su mejor momento estos años y que el rival no era un equipo muy potente, no me importó, ya que iba a cumplir uno de mis sueños, iba a visitar y ver jugar al Milan en San Siro.

El día de partido llegó y me dirigí ansioso al tranvía que me llevaría al estadio… quería ver San Siro con calma por fuera, observar de cerca esa arquitectura tan característica con su forma cuadrada rodeado de columnas circulares que hacen de acceso a las gradas superiores y que, como he comentado en algún otro post, han sido copiadas en no pocos estadios, como en el Santiago Bernabéu o en el Etihad Stadium.

Fotografía: feelthefutbol.com

No me decepcionó en absoluto, hay personas a las que no le gusta la estética de San Siro, pero a mí me encantó, era justo como lo imaginaba y como lo había visto en reportajes en tantas y tantas ocasiones. Me entretuve un buen rato haciendo fotos y recorriendo todos los puntos del estadio, después comiendo algo de los muchos puestos de comida que ponen alrededor del estadio y comprando la también tradicional bufanda para mi colección hasta que me puse de nuevo en marcha para entrar ya al estadio.

Lo primero que me llamó la atención según pasé los tornos de entrada son las placas que hay colgadas en la fachada con todos los títulos que han conseguido Milan e Inter. Después subí por una de las torres circulares hasta el secondo anello rosso. Allí, las tribunas se nombran por colores: rojo, naranja, verde y azul, y los fondos son llamados Curvas, la Curva Sud es donde se ubican los seguidores más acérrimos del Milan y en la Curva Nord los del Inter.

Placas conmemorando los títulos de los dos equipos de Milán.

El partido tuvo de todo, fue un corre calles, comenzó ganando el Milan, el Chievo le dio la vuelta al marcador y al final del partido llegó la victoria rossonera. Además, como curiosidad, en ese partido vi por primera vez el VAR en directo, y tengo que decir que fue una experiencia extraña, una sensación de… ¿qué está pasando?…ver al árbitro correr hasta la banda y mirar la TV durante unos minutos… la gente expectante haciendo sonidos para calmar la tensa espera y la posterior euforia cuando el árbitro se dirige corriendo de nuevo al césped y decreta penalti a favor del Milan… Lo recuerdo muy bien y fue extraño y a la vez emocionante.

Secuencia del primer gol del partido obra de Çalhanoğlu. Fotografía: feelthefutbol.com

Si hay algo por lo que creo que San Siro puede desmerecer un poco es el hecho de que si no se llena, puede resultar un tanto frío debido el tamaño y aforo que tiene. Enseguida se ven muchos los huecos vacíos de las gradas y el ambiente puede no resultar todo lo envolvente que uno desearía, pero la verdad que no me puedo quejar del ambiente, porque aunque como ya comenté antes, el rival no era de gran empaque, el partido estuvo muy entretenido y los aficionados que estuvimos allí ese día lo pasamos en grande animando hasta el final con la remontada milanista al grito de… ¡Milano siamo noi!

La verdad que es muy triste la noticia de su futura desaparición, pero siempre me quedará el hecho de haber visto y vivido un partido en uno de los estadios con más historia del mundo, el Giuseppe Meazza, o mejor dicho, en San Siro, porque para el gran público… San Siro siempre será San Siro.

San Siro

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